pastizales
Cientos de tonalidades ocres juegan a mezclarse con fondos amarillos y verdes. Es un paisaje de ensueño donde el bisonte, con su paso lento, lo gobierna todo. Vegetaciones, sombras y luces crean vastos imperios de rumores y secretos, donde la manada embiste y rompe la tranquilidad de los días. El país alza la frente y se reinventa cantando un himno de semillas, de claridades, de pastos multiformes, así como un hermoso abanico, como un caleidoscopio que gira y gira sin final.